Elegir una carrera que se adapte a tus habilidades no sólo garantiza el éxito, sino también el éxito profesional. La capacidad de convertirse en un buen organizador es un talento importante y muy útil que puede utilizarse eficazmente en muchas áreas de actividad. Todo empleador necesita personas con habilidades organizativas, uno de los activos profesionales más importantes que puede tener un empleado.
¿Qué significa ser un buen organizador?
Así como no todo el mundo puede ser cirujano, no todo el mundo tiene verdaderas habilidades organizativas. Ser un buen organizador es un talento, incluso una ciencia en sí mismo, que abarca un conjunto de habilidades que permiten planificar, priorizar objetivos clave y alcanzarlos. Un buen organizador puede aportar eficiencia, aumentar la productividad y aumentar la ventaja financiera de una empresa, independientemente de su tamaño.
Hay muchos detalles que definen a un gran organizador, desde encontrar rápidamente soluciones a problemas imprevistos hasta la capacidad de realizar múltiples tareas. La organización implica habilidades de comunicación, visión, lógica y determinación. Los objetivos de este tipo de actividad son la estructuración eficaz del trabajo (independientemente de su tipo), la priorización de las tareas que deben completarse inmediatamente frente a las que pueden posponerse y, en última instancia, la capacidad de delegar funciones laborales. . Las personas con habilidades organizativas pueden reducir el riesgo de un trabajo ineficaz, eliminar la confusión, la falta de comunicación y la ineficiencia, y utilizar los esfuerzos, el tiempo, la energía mental y el espacio físico propios o de aquellos con quienes coordina de la manera más eficiente para crear el marco necesario. lograr los resultados deseados.
Habilidades organizativas
Los gerentes buscan empleados que sean buenos organizadores y puedan adaptarse rápidamente a la estructura organizacional de una empresa. Las principales cualidades que demuestra un buen organizador son:
- la capacidad de colaborar y la capacidad de saber con quién asociarse para cada tipo de proyecto;
- comunicación efectiva, escrita o verbal, para que los mensajes se comprendan correctamente;
- voluntad de trabajar en equipo y capacidad de elegir a las personas adecuadas para formar un equipo;
- la capacidad de delegar actividades, al mismo tiempo que sabe qué cosas debe hacer él mismo y cuáles pueden encomendarse a otros;
- la capacidad de planificar es sin duda el atributo más importante de cualquiera que afirme tener fuertes habilidades organizativas;
- priorizar eficazmente las tareas personales, pero también las del equipo, al tiempo que identifica obstáculos futuros.
Un buen organizador demuestra habilidades organizativas físicas y mentales, así como una buena gestión del tiempo.
- Las habilidades de organización mental permiten el análisis de situaciones. Esto significa atención al detalle, pensamiento estratégico, creativo y crítico, así como capacidad para tomar y tomar decisiones, capacidad para identificar problemas.
- Las habilidades de organización física significan más que mantener el escritorio ordenado, ya que implican el mantenimiento de registros, el inventario, los requisitos de materia prima, la gestión cuidadosa de las entradas y salidas de productos, etc.
- La gestión del tiempo es necesaria en cualquier actividad, siendo imprescindible para un buen organizador, y no significa sólo estar atento al reloj. La capacidad de completar tareas de manera oportuna, programar y cumplir con los plazos es el atributo fundamental de un organizador. Además, esta habilidad debe ser trasladada al equipo de colaboradores.
A todo ello se le suma un elemento sumamente importante: el elemento humano. La eficiencia en el trabajo comienza con un buen sueño y una mente fresca, y eso significa un perfecto equilibrio entre la vida personal y laboral, sin el cual la actividad profesional no se puede desarrollar de forma correcta y productiva.
Profesiones donde el espíritu organizativo es esencial
Hay carreras ideales para quienes tienen buenas habilidades organizativas, pero cabe señalar que en cualquier carrera exitosa, ser un buen organizador es una ventaja.
Por otra parte, un el líderIndependientemente del campo de actividad, también debe ser un muy buen organizador y reunir todas las cualidades descritas anteriormente: desde la capacidad de trabajar en equipo hasta la toma de decisiones. Básicamente, no puedes alcanzar una posición de liderazgo mientras no tengas la capacidad de ser un buen organizador.
Estas son las profesiones donde ser un buen organizador es fundamental:
- Planificador de eventos: responsable de asegurarse de que todos estén en el lugar correcto en el momento correcto y de realizar un seguimiento de los detalles, incluidos los costos.
- Gerente de proyecto – puede estar en muchos campos, desde la construcción hasta la TI. Un trabajo así implica iniciativa, planificación y organización rigurosa de las etapas del proceso que coordina, desde la actividad de las personas, en equipo o individualmente, hasta el suministro de materiales y cualquier otro detalle relacionado con los plazos de entrega.
- El administrador en todos los campos de actividad, incluidos los relacionados con la educación, la salud o cualesquiera otras actividades económicas. Su función es planificar y coordinar la actividad, actuar en interés del propósito de la institución gestionada, priorizar acciones o tareas y seguir la forma en que se llevan a cabo y completan.
- el agente inmobiliario y agente de viajes – son trabajos típicos de un buen organizador, donde la buena gestión del tiempo es fundamental. También se requiere un registro estricto de la información y la capacidad de asociarla inteligentemente en beneficio de los clientes.
- Especialista en relaciones públicas: además de todas las habilidades de un buen organizador, es el tipo de profesión que requiere paciencia y tranquilidad. Su función es entregar información correcta de manera oportuna. Entre bastidores de la profesión, un especialista en relaciones públicas también es responsable del pesado trabajo administrativo.
- abogado – la profesión requiere, además de una formación especializada exhaustiva, también capacidades organizativas especiales, para trabajar simultáneamente en varios casos, para una buena organización de las estrategias relacionadas con cada expediente individual.
- Editor – es una actividad que requiere una excelente capacidad para prestar atención a los detalles. Es un trabajo perfecto para una persona organizada y meticulosa.
- Especialistas en formación y desarrollo: se encuentran entre los que deben demostrar siempre una buena capacidad de planificación y organización, siendo ésta fundamental en su actividad. Además, es el tipo de profesión útil en cualquier campo.
- Asistente personal: se puede decir que es un trabajo paralelo, pero sin embargo es una de las actividades donde las cualidades de un buen organizador son obligatorias. Los asistentes personales pueden estar activos en muchos campos y pueden ser la sombra de líderes fuertes, que basan su trabajo en sus habilidades.
- Especialista en recursos humanos – Es otra actividad que requiere capacidad de organización, en todos los aspectos.
Ser un buen organizador es una cualidad profesional valiosa, por lo que es importante mencionarla y defenderla en su currículum. Destacar y explicar claramente la evidencia de estas habilidades en su carta de presentación ayuda a los empleadores a centrarse en ellas, especialmente si el puesto que está solicitando requiere este desempeño.